Conforme a imágenes captadas el lunes por satélite de la empresa estadounidense Planet Labs, al menos 40 buques de guerra y submarinos del gigante asiático han estado realizando maniobras frente a la costa meridional de la isla de Hainan, en el sur de China.
La flotilla estaba encabezada por lo que parecían ser submarinos con aeronaves, detalla la citada fuente mientras califica este hecho de “una gran demostración de fuerza” por parte de Pekín, ya que afirman que la formación en línea de sus buques resulta más adecuada para la propaganda visual que para las maniobras militares.
En este sentido, Collin Koh, experto en seguridad en la Escuela S. Rajaratnam de Estudios Internacionales con sede en Singapur ha descrito como “inusual” el despliegue de la Armada china debido a su tamaño y alcance.
(China quisiera) mostrar que los elementos de la flota del mar del Sur pueden unirse de forma rutinaria con el grupo de ataque del portaaviones de Dalian, en el norte”, estima Collin Koh, experto en seguridad en la Escuela S. Rajaratnam de Estudios Internacionales con sede en Singapur.

“(China quisiera) mostrar que los elementos de la flota del mar del Sur pueden unirse de forma rutinaria con el grupo de ataque del portaaviones de Dalian en el norte”, estima el experto.
Además, señala que esa “interoperabilidad” entre flotas, en lo que, según reitera, la Marina china está trabajando “silenciosamente” desde hace algún tiempo, permitiría al gigante asiático incluir un buque de aprovisionamiento logístico, corbetas más pequeñas y hasta catamaranes de ataque rápido en la flotilla compuesta por destructores, fragatas y submarinos que normalmente apoyaría a su portaaviones.
El pasado 21 de marzo, el ministro taiwanés de Defensa, Yen The-fa, confirmó que el portaaviones “Liaoning” ha entrado en el estrecho de Taiwán. No obstante, no quedaba claro adónde se dirigía la flotilla ni cuánto durarían esas prácticas.
Este informe ve la luz mientras la misma jornada del lunes un número no especificado de Fuerzas Aéreas de China llevaron a cabo patrullas de combate sobre el canal de Bashi, que conecta el mar de la China Meridional con la parte occidental del océano Pacífico, lo que provocó la ira de Taiwán.
Pekín reclama la mayor parte del mar de la China Meridional, incluidas las zonas cercanas a las costas de muchos países del sudeste de Asia y, en particular, reivindica su soberanía sobre las islas artificiales que ha construido en ese mar.
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