• El portaviones chino Liaoning, anteriormente conocido como Variag.
Publicada: miércoles, 21 de marzo de 2018 8:07
Actualizada: miércoles, 21 de marzo de 2018 11:18

Es tan real las advertencias de China a Taiwán de que si no desiste de sus planes secesionistas tendrá que enfrentarse a una dura contienda bélica, que en este sentido, las autoridades de la isla informan este mismo miércoles que Pekín ha enviado el portaaviones ‘Liaoning’ al estrecho de Taiwán.

El ministro de Defensa de Taiwán, Yen The-fa, ha confirmado ante el Parlamento del país que el portaaviones ha entrado en el estrecho de Taiwán y por consiguiente, los mandos militares estarán pendientes del avance de la situación, según recoge la agencia estatal taiwanesa de noticias CAN

Eso se produce mientras el primer ministro taiwanés, Lai Ching-te, ha ratificado la soberanía de la isla al rechazar la exigencia china de que el ejecutivo taiwanés acepte que es parte de China para evitar un conflicto, después de que el martes, el presidente chino, Xi Jinping, advirtiera de que su país está preparado para emprender una ‘batalla sangrienta’ contra elementos secesionistas que operan en la isla.

“Si China ve el Consenso de 1992 (Taiwán y China son parte de una China, pero caben dos interpretaciones de esa China) como la única llave para abrir el desarrollo de los lazos a través del Estrecho, no será aceptado en Taiwán”, ha señalado Lai durante una comparecencia ante el Parlamento.

Si China ve el Consenso de 1992 (Taiwán y China son parte de una China, pero caben dos interpretaciones de esa China) como la única llave para abrir el desarrollo de los lazos a través del Estrecho (de Taiwán), no será aceptado en Taiwán”, dice el primer ministro taiwanés, Lai Ching-te.

 

Tras declaraciones del presidente chino, la Cancillería taiwanesa reaccionó e insistió en que Taiwán, conocido oficialmente bajo el nombre de República de China, “es un país soberano e independiente” y que no acepta ninguna intimidación externa en este sentido.

La escalada de tensiones se ha acentuado con la llegada al poder en mayo de 2016 de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen, del independentista Partido Demócrata Progresista, y tras la firma de la Ley de Viajes a Taiwán (TTA, por sus siglas en inglés), por el presidente de EE.UU., Donald Trump, que promueve los viajes de funcionarios estadounidenses de todos los niveles a Taiwán y viceversa.

China sostiene que la política de ‘Una sola China’ no es negociable bajo ningún concepto y, al mismo tiempo, avisa a la clase política taiwanesa de que no se arrime mucho a EE.UU. con el objetivo de alcanzar su planes independentistas.

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