La multitud, convocada por la oposición, copó el domingo las principales avenidas de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), para dar inicio a una “semana nacional de protesta”.
Los manifestantes, entre ellos algunas familias de los retenidos en Gaza, pretenden acampar cuatro días frente al edificio del parlamento, o levantar una “ciudad de tiendas de campaña”, para exigir las elecciones anticipadas, la renuncia del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el retorno de los 130 rehenes que, se cree, permanecen en la franja palestina.
De 100.000 manifestantes en Jerusalén.
— yayafink (יאיא פינק) (@yayafink) el 31 de Marzo de 2024
Elecciones ahora, todo el mundo ahora.
Crédito: Amir Goldstein pic.twitter.com/0GR4xNsDnm
Las concentraciones masivas frente a la residencia de Netanyahu y la sede del parlamento se tornaron violentas después de que la policía antidisturbios recurriera a la fuerza para dispersar a los manifestantes. El Canal 12 israelí informó de varias detenciones.
Los asistentes corearon consignas como “¡Elecciones ya!”, y “Eres un líder, eres culpable”, dirigiéndose al derechista primer ministro, al que consideran como un obstáculo para un acuerdo de intercambio de retenidos israelíes y presos palestinos con el movimiento palestino HAMAS en la Franja de Gaza.
Lapid: Netanyahu ha fracasado en guerra con HAMAS; Israel está paralizado
En la marcha, el ex primer ministro israelí y el líder de la oposición, Yair Lapid, del partido Yesh Atid, fustigó a Netanyahu por priorizar sus intereses políticos a los del régimen. Cuestionó al líder del partido Likud, quien afirmó que convocar a elecciones anticipadas solo paralizaría las negociaciones para liberar a los rehenes, aunque según Lapid el régimen “ya está paralizado”.
“La guerra con HAMAS está paralizada. El acuerdo por los rehenes está paralizado. El norte está paralizado” y el gabinete “en particular está paralizado por tu liderazgo. Ha fracasado”, espetó el líder opositor al dirigirse a Netanyahu.
Los manifestantes tampoco comparten la idea del premier extremista. “Netanyahu no quiere que los rehenes vuelvan a casa porque sabe que en ese caso tendría que hacer frente a juicios pendientes y puede ir a la cárcel. Por eso, está prolongando tanto esta guerra”, dijo Maya Gal, de 70 años y que participó en la marcha. Agregó que a Bibi “no le importan ni los soldados ni los rehenes, solo sus intereses políticos”.
Según informes, las negociaciones multilaterales destinadas a alcanzar un acuerdo entre HAMAS y el régimen sionista para detener la brutal ofensiva de seis meses israelí contra la Franja de Gaza y la liberación de los retenidos israelíes no han dado ningún resultado. La milicia élite palestina acusa a la entidad sionista de buscar obstruir el proceso.
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