La Corte Internacional de Justicia (CIJ) celebrará este jueves y viernes las primeras sesiones sobre un caso iniciado a finales de diciembre en el que Sudáfrica acusa a Israel de no cumplir con sus obligaciones en virtud de la Convención sobre el Genocidio de 1948.
“Nuestra oposición a la actual masacre del pueblo de Gaza nos ha llevado como país a acudir a la CIJ”, dijo el miércoles el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, según la agencia británica Reuters.
Agregó que “como pueblo que alguna vez probó los frutos amargos del despojo, la discriminación, el racismo y la violencia patrocinada por el Estado, tenemos claro que estaremos en el lado correcto de la historia”, afirmó.
Por su parte, el portavoz del gabinete israelí, Eylon Levy, dijo el miércoles que Israel “comparecerá ante la Corte Internacional de Justicia para disipar el absurdo libelo de sangre de Sudáfrica, mientras Pretoria da cobertura política y legal al régimen violador de HAMAS”.
¿Por qué es significativo este caso?
Un panel de 17 jueces, incluido un juez ad hoc de Israel y Sudáfrica, escuchará tres horas de argumentos de cada lado. Se esperaba una decisión sobre las medidas provisionales a finales de este mes. Las sentencias de la CIJ son vinculantes, pero la Corte no tiene forma de hacerlas cumplir.
Si bien la CIJ se ha pronunciado contra Israel en el pasado, lo hizo a través de “opiniones consultivas” no vinculantes solicitadas por órganos de la ONU como la Asamblea General.
Esta es la primera vez que Israel es demandado ante la CIJ en lo que se conoce como un “caso contencioso”, donde los Estados plantean directamente casos entre sí.
Si el máximo tribunal de justicia de la ONU finalmente dictamina que Israel es directamente responsable del genocidio, será la primera vez que determine que un Estado ha cometido genocidio, dijeron los expertos.
Entretanto, un tribunal diferente en La Haya, la Corte Penal Internacional (CPI), está investigando por separado presuntas atrocidades en Gaza y Cisjordania desde el 7 de octubre, pero no ha nombrado a ningún sospechoso. Israel no es miembro de la CPI y rechaza su jurisdicción.
Más de 23 000 personas, la mayoría de ellas niños y mujeres, han muerto por la campaña militar israelí en Gaza.
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