El jefe de la Asociación Médica de Israel, Prof. Zion Hagi, ha anunciado este martes que el personal de los hospitales y las clínicas públicas acatarán un paro de advertencia de dos horas esta semana en rechazo de la reforma judicial, que impulsa el gabinete de Benjamín Netanyahu.
Conforme a medios locales, la coalición extremista del gabinete Netanyahu está avanzando en el parlamento para evitar que los tribunales utilicen la prueba de “razonabilidad” al evaluar las decisiones tomadas por el gabinete y los ministros. Hagi ha subrayado que el controvertido proyecto de ley de reforma judicial “devastará el sistema de salud y no es solo una preocupación teórica”.
Según Hagi, el sindicato de salud pública, que representa alrededor del 95 por ciento de los médicos en Israel, está preparado para trabajar en “modo de emergencia” durante algunas horas “evitando en todo lo posible un impacto negativo en los pacientes”.
“La cancelación de la razonabilidad judicial resultará en lesiones letales para la vida humana y todo el resto del personal sanitario”, ha denunciado el líder de la organización médica Batas Blancas y exjefe de la Asociación Médica de Israel, enfatizando que, si Netanyahu no detiene la legislación, tomarán medidas más serias.
En este contexto, más de 1000 médicos enviaron el jueves pasado una carta a Hagi instándolo a declarar una huelga hasta “a destrucción total de la reforma”. Los signatarios manifestaron que los planes dañarán “la calidad de la medicina en Israel, dañarán a los pacientes y socavarán los grandes logros de la medicina israelí”.
Las calles de las ciudades israelíes están en llamas y hay elevadas cifras de manifestantes agredidos y golpeados por la brutalidad policial durante las protestas. Mientras al gabinete de Netanyahu se le escapa de las manos la situación, los indignados siguen con el pie en el acelerador y la crisis se ahonda aún más.
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