Haaretz afirmó este martes que “los objetivos que estableció Israel en Yenín fueron limitados, siendo: encontrar y liquidar a los combatientes de la Resistencia, mostrar músculos fuertes y un esfuerzo por restringir las capacidades de los militantes palestinos para llevar a cabo operaciones contra objetivos israelíes”.
Añadió que parece que el Ejército israelí prefirió continuar con su actividad habitual, que incluye incursiones planificadas en el campamento de Yenín.
Y subrayó que “campañas como esta desarrollan la peligrosa ilusión de que los cimientos de la Resistencia palestina se encuentran en un campo de refugiados o en una ciudad, y que un golpe fuerte es suficiente para aniquilar la estructura de resistencia”.
Y advirtió que “los motivos” para la resistencia de los palestinos, ante el régimen de Israel, crecen a medida que se amplían las áreas de fricción entre los colonos y los palestinos en la ocupada Cisjordania y la ciudad de Al-Quds (Jerusalén).
El periódico señaló que “el robo de tierras, la confiscación de propiedades, las restricciones de movimiento, cientos y miles de arrestos, el asesinato de palestinos, el establecimiento de más asentamientos, la quema de casas y automóviles, así como la destrucción de cultivos, muestra solo una parte de la represión que practica” Israel contra la población palestina.
Indicó que “ante los juegos de terror de la ocupación y el terror de los colonos, Israel no puede esperar calma y tranquilidad”.
Por último, pidió a las autoridades israelíes detener la ofensiva contra Yenín y su campamento de refugiados, y dirigir sus esfuerzos a los arreglos apropiados con la Autoridad Palestina.
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