• El primer ministro israelí, BenjamÍn Netanyahu (c), habla durante una visita a una aldea árabe-israelí de Abu Qosh cerca de Al-Quds (Jerusalén), 9 de marzo de 2021. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 24 de marzo de 2021 0:43

Benjamín Netanyahu se autoproclama ganador de las elecciones en Israel a pesar de que ni siquiera las primeras proyecciones confirman la victoria del premier.

Ciudadanos (de Israel), ¡gracias! Ustedes dieron una inmensa victoria para la derecha y para el Likud bajo mi dirección”, celebró el martes vía Twitter el primer ministro israelí.

Según los sondeos a boca de urna, el derechista partido Likud de Netanyahu conseguiría entre 31 y 33 de los 120 escaños del parlamento, seguido por el partido Yesh Atid (Hay futuro) del centrista Yair Lapid, con 16 a 18 escaños.

Tanto Netanyahu, como Lapid necesitan al menos 61 curules —más de la mitad del parlamento— para poder llegar al poder.

 

El primer ministro, que intenta mantenerse en el cargo por sexta vez, cuenta con sus aliados religiosos de derecha y, en esta ocasión, también con la extrema derecha. Las encuestas indican que Netanyahu obtendría entre 51 y 56 diputados.

Lapid, por su parte, se apoyaría en partidos de centro y de izquierda, así como en la derecha decepcionada con la gestión del primer ministro. Según las proyecciones, el bloque de seguidores de Yesh Atid contaría con entre 48 y 52.

Ambos lados necesitan el apoyo de otro partido, el de la derecha radical, presidido por Naftali Bennett, quien se espera que gane entre seis a ocho escaños.

Según los medios de comunicación locales, el primer ministro ha recurrido en los últimos días tanto a ofertas atractivas, como a amenazas y chantajes para atraer el apoyo de Bennett.

Bennett, sin embargo, un acérrimo crítico del primer ministro, ha asegurado que no se alía con Lapid, pero no ha dicho si se unirá a uno con Netanyahu.

Estas elecciones son las cuartas que se celebran en dos años y buscan poner fin a un prolongado estancamiento y la crisis política que vive el régimen de Israel.

La gestión de Netanyahu, que es juzgado por varios casos de corrupción, ha sido objeto de duras críticas, de manera que los indignados israelís celebraron hasta el pasado sábado 39 protestas semanales para pedir su renuncia.

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