Publicada: sábado, 23 de diciembre de 2017 23:48
Actualizada: domingo, 24 de diciembre de 2017 10:47

Miles de israelíes, muchos de derecha, se manifestaron otra vez contra la corrupción en la administración del primer ministro Benyamin Netanyahu.

Como ya es habitual cada semana, la denominada “Marcha de la Vergüenza” reunió el sábado a más de 10.000 israelíes en distintos puntos de los territorios ocupados palestinos para denunciar la corrupción en el régimen israelí.

Según precisan los medios, miles de personas se congregaron en Tel Aviv, otras 800 en Al-Quds (Jerusalén) y cientos más en el norte de los territorios ocupados. 

Por primera vez, el exministro israelí para asuntos militares Moshe Yaalon y derechistas, entre ellos los que votaron por el Likud —partido del primer ministro Benyamin Netanyahu— participaron en la movilización que tuvo lugar en Al-Quds.

Previo a la marcha, Yoaz Hendel, exvocero de Netanyahu y presidente del instituto de estrategias sionistas —un grupo de investigaciones de derecha— confirmó mediante su cuenta en Facebook su participación en la jornada de protesta en Al-Quds: “el sábado saldré a protestar (...) no en contra sino por la ley”, enfatizó.

Los manifestantes en Tel Aviv, la mayoría izquierdistas, gritaron consignas como “¡No izquierdista, ni derechista, sino honestidad!” y “¡Váyanse a casa los corruptos!”.

Eso, mientras Yaalon, desde Al-Quds, señaló que la corrupción es el “mayor peligro” para Israel incluso que el Movimiento de Resistencia Palestina (HAMAS) o el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), entre otros.

 

Los manifestantes, en su cuarta semana consecutiva de protestas similares, llamaron a todos los israelíes a protestar contra la corrupción “que está en todas las partes”.

El premier israelí es sospechoso de haber cometido “soborno, fraude y trato de confianza”, en particular por el caso 1000, que hace referencia a un presunto favor que concedió Netanyahu al empresario y productor de Hollywood Arnon Milchan por regalos caros para él y su esposa.

Y el caso 2000 que gira en torno a los supuestos intentos de Netanyahu para pactar una cobertura favorable a su persona con el editor del segundo periódico israelí más difundido, el Yediot Ahronot, a cambio de debilitar a su competidor, Israel Hayom.

Ante este panorama, cerca de dos tercios de los israelíes demandan la suspensión temporal de Netanyahu.

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