El domingo, unos 150 activistas de “Facción Yerushalmi” organizaron una sentada en una intersección principal de Al-Quds para protestar por el arresto de otros miembros de su comunidad que no habían solicitado la exención oficial del servicio militar.
Las fuerzas de seguridad del régimen israelí tuvieron que intervenir para desbloquear el tráfico y el sistema de tren ligero local, que los manifestantes habían interrumpido.
El alcalde israelí de Al-Quds (Jerusalén), Nir Barkat, anunció mediante un comunicado que la protesta era “ilegal” y que las fuerzas de seguridad usarían “todos los medios a su disposición” para terminar con la medida.
Así fue como, posteriormente, se desplegó a la policía en el sitio de la protesta utilizando un cañón de agua de mofeta para dispersar a los manifestantes.
Como resultado de esta intervención, treinta y seis personas fueron detenidas por ser acusadas de haber atacado a las fuerzas de seguridad.
En las imágenes del enfrentamiento se puede observar cómo una mujer que pasaba por allí fue alcanzada con el chorro a presión de agua del cañón, que la elevó arrastrándola hacia adelante y cayendo metros más allá.
Los judíos ultraortodoxos en Israel, donde el servicio militar es obligatorio, han sido eximidos de la conscripción. Sin embargo, tienen que presentarse en una oficina de conscripción para registrarse y obtener una exención oficial.
Según el diario israelí Haaretz, la mayoría de esta comunidad ultraortodoxa cumple con esa regla, pero la “Facción Yerushalmi” dirigida por el rabino Shmuel Auerbac, está en contra de que sus miembros ingresen en una oficina de conscripción para registrarse y menos aún que presten el servicio militar para el régimen opresor de Tel Aviv.
A principios de septiembre, la corte suprema del régimen de Israel dictaminó que las exenciones para los judíos ultraortodoxos del servicio militar eran inconstitucionales.
La mayoría de los israelíes están obligados a incorporarse al ejército, por lo regular a los 18 años, en el marco de un servicio militar que dura dos años y ocho meses para los hombres y dos años para las mujeres. No obstante, los convocados no gozan de buenas condiciones y abandonan el ejército.
La oposición de los ultraortodoxos, que representan el 10 % de la población israelí, a servir en el ejército responde a varios motivos: A su criterio, un estado judío no está permitido antes de la llegada del Mesías, las mujeres no tienen que servir en el ejército, y prestar servicios militares para los rabinos contradice sus creencias religiosas y los soldados ultraortodoxos estarían expuestos a un contexto no religioso.
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