• El príncipe heredero saudí, Muahamad bin Salman, en un acto en Riad (capital), 27 de febrero de 2021.
Publicada: viernes, 5 de marzo de 2021 7:31

La novia de Jamal Khashoggi denuncia la falta de acción para responsabilizar a Bin Salman, después de que EE.UU. le haya implicado en el asesinato del periodista.

El Gobierno de Estados Unidos, presidido por Joe Biden, hizo público el 26 de febrero el informe de los servicios de Inteligencia del país que apunta al príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman Al Saud, como el cerebro de la operación para asesinar al periodista Jamal Khashoggi, asfixiado y luego desmembrado el 2 de octubre de 2018 en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul.

No obstante, a pesar de que Washington anunció sanciones contra 76 saudíes vinculados al referido acto de terror, no incluyó a Bin Salman.

Hatice Cengiz, prometida de Khashoggi, pidió el jueves en una entrevista con la agencia británica de noticias Reuters, que se adoptaran medidas para castigar a los asesinos de su novio.

Que se dijera que no habría sanciones contra la persona que dio la orden de cometer el crimen creó un extraño dilema en la mente de todos. Pero, esto podría cambiar en los próximos días”, dijo.

 

Cengiz formuló tales declaraciones después de la conclusión de una sesión judicial en Estambul del juicio en ausencia de 26 funcionarios saudíes por el asesinato del periodista.

Durante la audiencia, los abogados de Cengiz reclamaron que se incluyera el nuevo informe sobre Bin Salman en el expediente del caso. Sin embargo, el presidente del tribunal rechazó la petición, alegando que el documento no “aportará nada” al proceso, aunque afirmó que la prometida de Khashoggi podía volver a presentar una querella.

La negativa de Washington a anunciar sanciones contra Bin Salman ha sido duramente criticada por diferentes figuras internacionales y organizaciones pro derechos humanos. A su vez, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) consideró el lunes “extremadamente peligroso” que EE.UU. no sancionara al gobernante de facto del reino árabe, pese a reconocer su papel en el asesinato de Khashoggi. 

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