• Loujain al-Hathloul, defensora de los derechos de las mujeres saudíes.
Publicada: jueves, 26 de noviembre de 2020 17:26

Amnistía Internacional considera “falsas” las reformas que alega Arabia Saudí realizar en el ámbito de derechos humanos, tras el juicio de la activista Al-Hathloul.

En un informe, titulado “Arabia Saudí: el juicio de Loujain al-Hathloul muestra la hipocresía sobre el empoderamiento de las mujeres”, Amnistía Internacional (AI) reaccionó el miércoles a la decisión de un juez saudí de transferir el caso de la prominente activista al Tribunal Penal Especializado de Arabia Saudí (SCC, por sus siglas en inglés).

“Las autoridades saudíes pudieron haber puesto fin a los dos años de pesadilla de la valiente defensora de los derechos humanos Loujain al-Hathloul. (Pero), en su lugar, dieron un paso perturbador, transfirieron su caso al SCC”, denunció Lynn Maalouf, directora de investigación de AI para Asia Occidental, antes de mencionar que la decisión “es otra señal de que las alegaciones de Arabia Saudí en el ámbito de los derechos humanos es una farsa”.

El SCC, de acuerdo con Maalouf, es una instancia para “silenciar a los opositores” y es “famoso por dictaminar largos plazos de prisión”, tras unos juicios “seriamente defectuosos”.

Ante tal coyuntura, la funcionaria de AI pidió la liberación “inmediata” y “sin condiciones” de Al-Hathloul y la anulación de todos los cargos que pesan en su contra.

“Nosotros también urgimos a las autoridades saudíes a asegurarse de que ella reciba el debido tratamiento por el médico que elija y que se lé de acceso a su abogado y a su familia”, afirmó Maalouf, según cita la publicación.

La activista, en prisión desde 2018, ha sido una de las más acérrimas defensoras de la eliminación de la prohibición de conducir para las mujeres y de las prepotentes leyes de tutela masculina.

Como denuncian los grupos pro derechos humanos, Al-Hathloul, junto a otras dos de las activistas, ha estado recluida en régimen de aislamiento durante meses y sometida a torturas, incluidas descargas eléctricas, flagelaciones y agresiones sexuales.

La reconocida activista emprendió en octubre, una huelga de hambre indefinida en protesta por sus condiciones de detención.

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