Según un informe publicado el sábado por el portal ruso Vestifinance, recientemente el monarca saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud ha emitido diferentes decretos reales que ponen a los aliados de su hijo Mohamad en los puestos estratégicos de la gestión del país.
Mohamad, también ministro de Defensa de Arabia Saudí y pieza clave en la agresión saudí contra Yemen, es el segundo en la línea de sucesión del país árabe después de su primo Mohamad bin Nayef bin Abdulaziz Al Saud, y su padre planea fortalecer su influencia reorganizando varios sectores de su Administración.
El mes de abril, el rey Salman nombró al hermano de Mohamad, el príncipe Jaled bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, como nuevo embajador saudí en Estados Unidos. Jaled ha sido piloto en las Fuerzas Aéreas y participado en la agresión contra Yemen.
También, nombró a otro hijo suyo, Abdulaziz bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, como ministro de Asuntos de la Energía del país.
Igualmente, el monarca saudí ha emitido varios decretos para restaurar todos los beneficios y las ventajas que fueron cancelados en septiembre de 2016, cuando los precios del petróleo experimentaron una subida.
“Los efectos directos de las cambios del rey Salman son obvios. La posición del príncipe heredero saudí será afectada de manera grave”, destaca un informe publicado por el portal ruso Vestifinance.
Además, ha declarado que los militares que combaten en Yemen recibirán grandes cantidades de dinero en concepto de salarios.
Conforme a lo citado en el informe, todas estas decisiones repercuten directamente en la situación del príncipe heredero Mohamad bin Nayef: “Los efectos directos de las cambios del rey Salman son obvios. La posición del príncipe heredero saudí será afectada de manera grave”, destaca.
A este respecto, advierte de que “una lucha por el poder puede desencadenarse en el palacio real del rey Salman, ya que la actual restructuración es un paso directo para aumentar la influencia de esta rama del árbol genealógico de Al Saud”.
No obstante, el rotativo indica que la represión en Arabia Saudí, junto al desequilibrio del poder y la ventaja de Mohamad y sus aliados, “no es una buena señal” y advierte del inminente inicio de movimientos opositores en el reino.
Por último, señala que varios informes mediáticos muestran que ya han tenido lugar llamamientos a las protestas a nivel nacional, además del despliegue de las fuerzas de seguridad en las calles centrales de la capitalina ciudad de Riad.
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