Los actos de violencia se registraron en Kinshasa, la capital, donde hay 82 sacerdotes detenidos y otros 41 en el resto del país. “La ciudad de Kinshasa acaba de enfrentarse a un movimiento insurreccional que se saldó con un fracaso”, ha afirmado el ministro, que acusó a los manifestantes de haber decidido deliberadamente no respetar el itinerario marcado por las autoridades.
Activistas católicos habían convocado las protestas después de la misa del domingo, un año después de que Kabila se comprometió a realizar una elección para elegir a su sucesor para fines de 2017, una votación que ahora se aplazó hasta diciembre de 2018.
La demora ha alimentado sospechas de que Kabila tratará de remover los límites al mandato constitucional que le prohíben volver a competir en los comicios, como han hecho presidentes de los países vecinos. Eso, a su vez, generó temores de que el país recaiga en una guerra civil como la que dejó millones de muertos en el comienzo del siglo.
La ciudad de Kinshasa acaba de enfrentarse a un movimiento insurreccional que se saldó con un fracaso”, ha afirmado el ministro del Interior de la República Democrática del Congo, Évariste Boshab.
This is Sunday 31st December 2017 in Congo-Kinshasa.
— Leja Litho (@LithoLeja) December 31, 2017
-7 people have lost their lives
-Several others are injured badly
-Many are arrested.
Kabila's militia went right inside churches, teargased worshipers and used live bullets to kill some.@nikkihaley @CoryBooker @StateDept pic.twitter.com/WXktN5aarU
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