“Los actos de las fuerzas de defensa zimbabuenses destinados a impedir que los allegados del expresidente Mugabe usurparan el poder son constitucionales”, afirmó el viernes un tribunal de Harare, la capital de Zimbabue, citado por la televisión estatal ZBC.
El Ejército del país africano tomó el control de Harare el 14 de noviembre tras la destitución del vicepresidente Emmerson Mnangagwa, de 75 años, militante histórico del combate por la independencia, cercano a los militares y presentado hasta ahora como su delfín. Sin embargo, los militares rechazaron que sus actos se tratasen de un golpe de Estado.
Como consecuencia, la dirección de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF, por sus siglas en inglés) expulsó a Mugabe como líder de la formación y posteriormente Mugabe, de 93 años, renunció de su cargo tras más de 37 años en el poder.
Los actos de las fuerzas de defensa zimbabuenses destinados a impedir que los allegados del expresidente Mugabe usurparan el poder son constitucionales”, asegura un tribunal de Harare.
A este respecto, el presidente del Alto Tribunal de Zimbabue, el magistrado George Chiweshe, dictó que, con su intervención, las Fuerzas Armadas buscaban restaurar el orden en el país y por lo tanto, están dentro de las atribuciones que les confieren las leyes del país.
Este veredicto tuvo lugar después de que dos activistas políticos solicitaran un pronunciamiento judicial rápido sobre el debate de si Zimbabue estaba o no sufriendo un golpe de Estado.
Los dos activistas, en su presentación, argumentaban a favor de la legalidad de las acciones militares dado que, a su juicio, la autoridad de Mugabe había sido socavada por las ambiciones de su esposa, Grace Mugabe, y de sus aliados políticos.
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