Durante una reunión de urgencia, el partido Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF, por sus siglas en inglés) ha expulsado este domingo a Mugabe de la jefatura del partido y a su esposa, Grace, como encargada de la sección femenina.
A Mugabe le sustituirá en el cargo el que fuera vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, que fue destituido hace poco más de una semana.
La decisión ha sido tomada por el Comité Central de la ZANU-PF después de que el viernes pasado 8 de los 10 Comités Coordinadores Provinciales (PCC, por sus siglas en inglés) de la ZANU-PF se pusieran de acuerdo sobre el hecho de que Mugabe había perdido el control del partido y del Gobierno debido a una “incapacidad” derivada de su avanzada edad.
Por otra parte, la ZANU-PF le ha lanzado un ultimátum al mandatario, en el que se le indica que tiene de tiempo hasta el lunes al mediodía para presentar su dimisión y, en caso de no hacerlo, el partido dará curso en el Parlamento a un proceso de destitución en su contra.
El camarada Robert Mugabe debe dimitir de la Presidencia de Zimbabue, y si no lo hace antes del lunes a mediodía (...), el presidente del Parlamento” iniciará el procedimiento de destitución, ha declarado el portavoz de la ZANU-PF, Simon Khaye Moyo.
#Zimbabwe In Zimbabwe right now, various organizations marching in solidarity with the army following Monday's military take over which saw President Robert Mugabe confined to his home. HM & MS pic.twitter.com/WtxjLnRJ7J
— EWN Reporter (@ewnreporter) November 18, 2017
“El camarada Robert Mugabe debe dimitir de la Presidencia de Zimbabue, y si no lo hace antes del lunes a mediodía (...), el presidente del Parlamento” iniciará el procedimiento de destitución, ha declarado el portavoz de la ZANU-PF, Simon Khaye Moyo, tras la reunión de urgencia del partido.
Esta advertencia se produce después de que Mugabe rechazara de plano el jueves renunciar al poder en una reunión con los generales del país.
El país africano se ha sumido en un periodo de gran tensión después de que el Ejército tomara las calles de la capital, Harare, el pasado martes tras la destitución de Mnangagwa. Mugabe está desde entonces bajo detención domiciliaria.
Los militares rechazan que sus actos se traten de un golpe de Estado, asegurando que no tienen intención de derrocar al Gobierno.
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