“Reconozcan la realidad en vez de hacer un uso inútil de la fuerza y pongan fin a la ocupación”, ha demandado este sábado Ajundzada en “un mensaje a los invasores estadounidenses y a sus aliados”.
En su primer mensaje emitido como el líder de Talibán, sostiene que sus hombres “no temen vuestra fuerza ni vuestros estratagemas” y están listos para enfrentarse con ellos en el campo de batalla; de manera que “no van a ganar” en el territorio afgano, recalca.
Reconozcan la realidad en vez de hacer un uso inútil de la fuerza y pongan fin a la ocupación”, ha demandado este sábado Ajundzada en “un mensaje a los invasores estadounidenses y a sus aliados”.
“Los afganos no aceptan sistemas establecidos por los invasores”, insiste Ajundzada para después hacer referencia a los fracasos de los intentos de los ejércitos británico y soviético para ocupar Afganistán en el siglo XIX.
De hecho, invita a EE.UU. y sus aliados a considerar una “solución política” en vez del “recurso a la fuerza”, sin hacer ninguna alusión explicita a las negociaciones de paz con el Gobierno de Kabul, congeladas desde hace un año.
Haibatulá Ajundzada fue nombrado nuevo líder del grupo Talibán el pasado 25 de mayo, días después de que se confirmara la muerte de su antecesor Mulá Ajtar Mansur, en un ataque con aviones no tripulados (drones) de EE.UU. en Paquistán.
Mientras Washington defendió la incursión, argumentando que Mansur “planteó una continua amenaza inminente” al personal de EE.UU. y ciudadanos afganos; Paquistán condenó el ataque estadounidense y criticó que una de las víctimas del ataque de EE.UU. fue un conductor paquistaní.
Las autoridades paquistaníes creen que solo las negociaciones de paz con Talibán podrán llevar a Afganistán a una paz duradera, ya que más de una década de la presencia militar estadounidense so pretexto de luchar contra el terrorismo, y ni siquiera sus ataques con aviones no tripulados han logrado restaurar la seguridad en el país asiático.
En 2001, Washington y sus aliados invadieron Afganistán bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo. La ofensiva apartó del poder a los talibanes, pero la inseguridad sigue reinando aún en todo el territorio, pese a la presencia de miles de soldados extranjeros.
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