“El primer ataque mató a un policía. El segundo acabó con la vida de otros siete agentes cuando estaban reunidos en el lugar del incidente”, según el jefe de la unidad de seguridad vial de Afganistán, Hadjhi Rahim, citado por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Según Rahim, al momento del ataque aéreo, los insurgentes del grupo Talibán no estaban presentes en el sitio. Pero, el teniente general estadounidense Charles Cleveland ha dicho a la agencia de noticias afgana Pajhwok, que las Fuerzas Aéreas de EE.UU. habían respondido a la ofensiva llevada a cabo por un grupo de hombres armados desconocidos contra el Ejército afgano.
El primer ataque mató a un policía. El segundo acabó con la vida de otros siete agentes cuando estaban reunidos en el lugar del incidente”, ha informado el jefe de la unidad de seguridad vial de Afganistán, Hadjhi Rahim.
Durante los últimos años, EE.UU. ha utilizado drones para bombardear el territorio afgano con el pretexto de combatir el terrorismo, no obstante, de acuerdo a estimaciones oficiales, las víctimas de tales ataques son en su mayoría civiles.
En este contexto, el expresidente de Afganistán Hamid Karzai criticó el pasado jueves al actual mandatario, Ashraf Qani, por permitir que sea EE.UU. el que autorice los ataques aéreos en suelo afgano -aun cuando ha provocado una gran cantidad de bajas civiles desde su presencia en ese país-, al tiempo que exigió el cese de esas mortíferas incursiones.
Para Karzai, Afganistán es víctima del nuevo “gran juego” entre los actores políticos del siglo XXI y acusa, en particular, a EE.UU. y a Paquistán por impulsar “una guerra” que no es la de su país.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) enfatiza que la presencia de las fuerzas extranjeras en Afganistán solo ha contribuido a empeorar la situación de inseguridad e incrementar el número de muertos.
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