Este grupo de damas cristianas de origen palestino se congrega ante la explanada de monumentos en Washington. Celebran una mesa de Navidad. Comparten el pan y comparten las historias. A estas mujeres les une el dolor; el genocidio y la persecución religiosa por más de siete décadas.
A pesar de todo esto, en los pasillos del poder estadounidense, los intereses del sionismo se compran a la política de turno. En lugar de servir a sus constituyentes, los poderes del estado rinden pleitesía a sus donantes electorales y capitales del Lobby sionista.
Marcelo Ali Sánchez, Washington.
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