El misil balístico en cuestión es modelo Badr-1, según ha informado este sábado la televisión yemení Al Masirah, sin precisar si el proyectil yemení ha alcanzado su objetivo y causado daños materiales o humanos en territorio saudí.
Por su parte, el Ejército de Arabia Saudí ha afirmado que sus sistemas de defensa antiaérea han logrado interceptar el misil lanzado contra la base militar situada en Najran.
Este ataque misilístico yemení es el tercero en su tipo lanzado contra el sur del reino árabe en las últimas 24 horas. Además, el Ejército yemení ha disparado la mañana de este sábado dos misiles tipo Zelzal-2 contra las posiciones saudíes en la región fronteriza de Jizan, en el suroeste de Arabia Saudí.
Las fuerzas yemeníes defienden que sus ataques con misiles responden a los bombardeos aéreos “injustos” y “agresivos” de Arabia Saudí y sus secuaces contra la población civil yemení.
El jueves, aviones de guerra de Riad y sus aliados volvieron atacar un vehículo civil en la ciudad occidental yemení de Al-Hudayda, dejando un saldo de 22 niños y 4 mujeres muertos. El Gobierno de Salvación Nacional de Yemen enfatiza que no dejará sin respuesta este ataque que ha mostrado el “salvajismo” de Arabia Saudí.
Desde marzo de 2015, el régimen saudí y sus aliados llevan a cabo una brutal campaña militar contra Yemen, utilizando varios tipos de armas, incluidas las prohibidas, con el objetivo de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, y hacer frente a Ansarolá.
De acuerdo con el último balance ofrecido por el Ministerio de Salud de Yemen, la agresión saudí a Yemen ha dejado al menos 11 000 muertos y casi 23 000 heridos, además de hundir al país en la hambruna y las epidemias. La comunidad internacional, sobre todo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha hecho insistentes llamados a Riad para que ponga fin a esta “estúpida guerra”.
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