Por medio de una carta enviada al Departamento de Estado de EE.UU., grupos como el Asiático-Americanos para el Avance de la Justicia (AAJC, por sus siglas en inglés) y la Ley para la Creación de Reforzamiento de Responsabilidades (CLEAR, por sus siglas en inglés), exigen el inicio de investigaciones sobre las acusaciones de “mala conducta” hacia la comunidad yemení-estadounidense por la embajada de EE.UU. en Saná.
Según un informe de este viernes de la agencia rusa de noticias Sputnik News, las acusaciones de estos grupos contra la embajada de Washington en Yemen, incluyen injustas revocaciones de pasaportes, coercitivos interrogatorios y continuas restricciones sobre el derecho a viajar de las personas.

Asimismo, afirman que los yemení-estadounidenses han sido presionados a firmar confesiones de que habían utilizado documentos de viaje con nombres fraudulentos.
A este respecto, explica que en un pequeño número de casos, el Departamento ha devuelto por adelantado de las audiencias administrativas programadas, y sin explicación alguna, los pasaportes a las personas en sus nombres solicitados; a pesar de que estas habían confesado anteriormente el uso de pasaportes con nombres falsos, “derramando más dudas sobre la fiabilidad de las confesiones”.
En esencia, denuncia el informe, el Departamento de Estado de EE.UU. pide a esas personas volver a probar sus reclamos de ciudadanía, y al mismo tiempo, “las normas probatorias del Departamento son casi imposibles de cumplir”.
Como un ejemplo, el informe menciona el caso de una niña de 7 años de edad quien ha quedado separada de su madre por la negativa del Departamento de Estado a expedir documentos de viaje a su familia.
“No hay ninguna alegación de que la niña haya hecho algo malo -como una cuestión de hecho, que sería muy absurdo,- es una imposibilidad legal”, critica el abogado de inmigración Ene Brown, para después lamentar los ataques de pánico que podría haber sufrido la niña.
Por otro lado, el informe reprocha la negativa del Departamento de Estado de EE.UU. a ayudar a la evacuación de los ciudadanos yemení-estadounidenses en medio de los conflictos.
En febrero de 2015, el Departamento de Estado de EE.UU. informó la evacuación de su personal y el cierre de su embajada en Saná, capital yemení, por un tiempo impreciso por “razones de seguridad”.
El pasado miércoles 27 de enero, el portavoz del movimiento popular yemení Ansarolá, Mohamad Abdel Salam, aseguró que EE.UU. está interesado en que se prolongue la agresión de Arabia Saudí a Yemen.
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