El ataque ocurrió el miércoles en una cafetería, cuando Stipe Lozina, de 38 años, se acercó a Rana Haidar, de 31 años, le propinó un golpe en la cabeza, la derribó al piso y siguió azotándola.
El vídeo de la golpiza emitido el viernes en las redes sociales ha causado la indignación de un sinnúmero de usuarios. “La islamofobia es desenfrenada en Australia y debe ser condenada por líderes religiosos y políticos”, manifestó Avril, una internauta.
Otros usuarios han denunciado la forma en que los medios occidentales han dado cobertura al incidente. El periodista y presentador Mehdi Hasan criticó un titular que solo mencionaba el ataque a una mujer embarazada, sin aludir el aspecto racista del hecho.
“Extraño que la evidencia clara de un horrible ataque antimusulmán, en Australia, fuera enterrada en la segunda mitad de la pieza. Los medios occidentales continúan minimizando la islamofobia”, escribió en Twitter.
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La islamofobia es desenfrenada en Australia y debe ser condenada por líderes religiosos y políticos”, manifestó Avril, una internauta, tras el ataque brutal a una mujer musulmana embarazada en Australia.
Pregnant woman stomped on, punched in attack in Parramatta >> weird that the clear evidence this was a horrific anti-Muslim attack, down under in Australia, was buried in the second half of the piece. Western media continues to downplay Islamophobia. Sigh. https://t.co/xan8KXRodg
— Mehdi Hasan (@mehdirhasan) November 21, 2019
Los ánimos se han caldeado aún más al recordar que fue un australiano —Brenton Tarrant— quien lanzó el ataque terrorista de marzo de 2019 contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, Nueva Zelanda, que mató a 50 fieles musulmanes.
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“Soy musulmana. He experimentado casos de abuso verbal y odio por parte de otros australianos en el pasado, pero nunca pensé que me podría suceder un abuso físico de esta naturaleza”, apostilló más tarde Haidar en Facebook.
Haidar también llamó a todos los australianos, musulmanes o no musulmanes, de todas las religiones y culturas, a que se unan para proteger a personas inocentes de futuros ataques raciales o religiosos.
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