Así lo declaró el martes el ministro del Interior de Irán, Abdolreza Rahmani Fazli, en una reunión de los gobernadores de las provincias fronterizas de Irán y Afganistán celebrada en la ciudad de Mashad (noreste), donde aseguró que los países occidentales nunca se han preocupado verdaderamente por las naciones de Oriente Medio.
Los enemigos pretenden ofrecer una cara violenta del Islam y buscan promover el extremismo, la violencia y el saqueo con el fin de perjudicar la imagen de esta religión”, dice el ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli.
Asimismo, al lamentar la situación caótica que atraviesa Afganistán, el ministro persa señaló al país vecino, junto a Yemen, Siria e Irak, como víctimas de tales injerencias. “Desgraciadamente somos testigos de inestabilidad e inseguridad en Afganistán por las intervenciones de fuerzas foráneas”, agregó.
Entre otros problemas suscitados por dichas interferencias occidentales, Rahmani Fazli destacó el grave daño infligido a la imagen del Islam a ojos de la comunidad internacional, que se pone de manifiesto en la islamofobia existente.
“Los enemigos pretenden ofrecer una cara violenta del Islam y buscan promover el extremismo, la violencia y los saqueos con el fin de perjudicar la imagen de esta religión”, aseveró el ministro, para luego subrayar el temor que sienten dichos enemigos a que el Islam se extienda por todo el mundo.
En otra parte de sus declaraciones, el titular iraní llamó a la comunidad islámica a unirse frente a las "facciones extremistas creadas por Estados Unidos, Europa y los agentes coloniales” para preservar intacta la imagen de su religión y su “firme fundamentación en la racionalidad”, haciendo así patente la naturaleza universal del Islam.
Las declaraciones de Rahmani Fazli forman parte de las recurrentes advertencias de las autoridades persas de los intentos occidentales por "aislar y dominar a los países islámicos" y "provocar la guerra civil entre los musulmanes".
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