Tras un encuentro con los sindicalistas, el primer ministro francés, Édouard Philippe, precisó que el Estado asumirá 35 000 millones de euros de deuda de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF, por sus siglas en inglés), de un total de 50 000 millones. La intervención del Gobierno se hará en dos partes.
Algunos sindicatos moderados como la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) se mostraron tranquilos por este compromiso del Estado y dijeron que tomarán una decisión sobre una posible salida de la huelga lanzada a principios de abril.
Por otra parte, varios sindicatos más, como la Confederación General de Trabajadores (CGT), el principal sindicato en la SNCF, calificaron de significativo el importe de la deuda que asumirá el Estado, pero anunciaron que proseguirán el combate.
Ahora queda por ver si los sindicatos apoyarán la oferta del Gobierno francés en las próximas semanas o no. Si la oferta es rechazada y las huelgas continúan, se pondrá de relieve el profundo resentimiento que persiste entre más sindicatos de izquierda en contra de la ambiciosa agenda de Emmanuel Macron.
El Parlamento galo ya ha aprobado una ley con la que el Gobierno pretende reducir los gastos de la SNCF que ha desatado huelgas y violentas protestas en todo el país.
xsh/mkh
