El secretario general de la ONU, António Guterres, apoyó el sábado la postura del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Volker Türk, de que los ataques aéreos de Estados Unidos en el Caribe y el Pacífico oriental constituyen violaciones del derecho internacional de los derechos humanos
Ante esta situación, el canciller venezolano, Yván Gil, destacó que “la amenaza y las agresiones contra una región declarada como Zona de Paz continúa, por eso mantenemos el llamado a todo el sistema de Naciones Unidas y a los organismos multilaterales a emplear sus mecanismos para defender la paz y la soberanía de todas las naciones, encomienda que les ha sido conferida por los pueblos del mundo”.
Asimismo, instó a las autoridades y organismos de la ONU a asumir la responsabilidad de rechazar estas agresiones injustificadas contra embarcaciones, así como las amenazas a la soberanía e integridad territorial de Venezuela, y la violación del derecho internacional y de los derechos humanos.
Durante una conferencia de prensa el domingo, Farhan Haq, portavoz adjunto de la ONU, enfatizó que el secretario general, António Guterres, respalda el punto de vista del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Volker Türk, quien a finales de octubre condenó por primera vez los ataques estadounidenses.
Ese mismo mes, Türk instó a Estados Unidos a detener “tales operaciones y adoptar todas las medidas necesarias para impedir la ejecución extrajudicial de las personas a bordo de esas embarcaciones, independientemente de la conducta delictiva que se les atribuya”.
Anteriormente, un grupo de relatores de la ONU señaló que los bombardeos de EE.UU. “no se produjeron en el contexto de un conflicto armado ni ante una amenaza inminente”, por lo que concluyeron que constituyen una “violación del derecho internacional”, así como de los derechos humanos y del derecho marítimo internacional.
El 2 de septiembre, Washington llevó a cabo su primer ataque contra una embarcación en el Caribe y, hasta el momento, ha cometido más de 60 masacres extrajudiciales en lugar de interceptar esos medios navales, detener a sus tripulantes y respetar su vida, según reportes de medios locales.
Desde septiembre pasado, Estados Unidos, que mantiene desplegada su flota de buques de guerra en el Caribe, ha lanzado ataques —varios de ellos mortales— contra pequeñas embarcaciones en esas aguas, cerca de Venezuela, bajo el argumento de sospechas de narcotráfico. Caracas califica estas acciones como una agresión armada destinada a imponer un cambio de régimen y advierte que el verdadero objetivo es apoderarse del petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales del país.
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