• El embajador de Venezuela ante Naciones Unidas, Samuel Moncada.
Publicada: viernes, 17 de octubre de 2025 7:08

Venezuela instó a la ONU a investigar asesinatos perpetrados por EE.UU. y alerta sobre amenazas que afectan la paz y soberanía en América Latina y el Caribe.

En una entrevista concedida a la cadena venezolana Globovisión, el embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, informó que la diplomacia venezolana ha instado al Consejo a que “investigue el conjunto de asesinatos que el Gobierno de Estados Unidos viene perpetrando en nuestra región y determine en su carácter ilegal”, según se indica en una carta enviada por su gobierno el jueves.

El enviado de Caracas indicó que el documento solicita al organismo de la ONU confirmar “la amenaza que representan estas acciones ilícitas para la preservación de la paz en la región de América Latina y el Caribe”.

Entre estas acciones menciona las ejecuciones extrajudiciales, la concentración de fuerzas militares, la retórica belicista contra Venezuela y las operaciones clandestinas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) para cometer asesinatos.

En este sentido, el texto recuerda el “expediente tenebroso” de la CIA en la región, incluyendo sabotaje, contrainsurgencia, gestación de golpes de Estado y magnicidios, “con la finalidad de instalar sistemas políticos serviles a los intereses estadounidenses”.

Venezuela asegura que existe una “gran operación de propaganda belicista”, una “escalada militar” y una “avanzada clandestina de inteligencia, con licencia para matar”, que busca imponer un cambio de Gobierno en la nación bolivariana.

 

Asimismo, el país bolivariano ha instado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) a emitir un pronunciamiento que reafirme el respeto irrestricto a la soberanía, independencia e integridad territorial de Venezuela, considerado por el país como fundamental para preservar la paz.

El enviado venezolano ante la ONU alertó sobre la posibilidad, contemplada por la Administración Trump, de lanzar ataques en tierra, lo cual sería “claramente contrario a las disposiciones del artículo 2.4 de la Carta de Naciones Unidas, que prohíbe el uso de la fuerza”.

Según se señala en la carta, se destacó el impacto regional de estas amenazas, precisando que “algunas víctimas han sido identificadas por sus familiares y gobiernos como nacionales de Colombia y Trinidad”. Además, se subrayó que “no se trata solo de un asunto venezolano, sino que afecta a toda la región”.

El diplomático concluyó haciendo un llamado para que el Consejo de Seguridad de la ONU emita un pronunciamiento que reafirme el respeto irrestricto a la soberanía, independencia e integridad territorial de Venezuela, como base indispensable para preservar la paz en la región.

Esta solicitud surge luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, autorizara el miércoles a la CIA a operar en territorio venezolano, lo que, según Caracas, agrava la situación de tensión en América Latina.

Sexto ataque de EEUU a barco venezolano en el Caribe

EE.UU. llevó a cabo el jueves su sexto bombardeo contra una embarcación en el mar Caribe, bajo el argumento de combatir actividades de narcotráfico.

Por primera vez desde el inicio de esta serie de operaciones emprendidas por Washington, el ataque dejó supervivientes. En los cinco bombardeos anteriores se contabilizaron un total de 27 víctimas mortales y no hubo sobrevivientes, lo que convierte a este último incidente en una novedad dentro de la secuencia de ataques.

Desde septiembre pasado, efectivos militares de Estados Unidos han atacado embarcaciones pequeñas en aguas del Caribe, cerca de Venezuela, bajo la sospecha de que transportaban drogas hacia Estados Unidos. Según datos oficiales, estos ataques han causado la muerte de 27 personas en alta mar.

Caracas ha calificado estas acciones de “agresión” y ha cuestionado las verdaderas motivaciones de los operativos. El Estado venezolano ha reiterado que está siendo objeto de una “agresión armada para imponer un cambio de régimen” y un gobierno “títere”, con el objetivo de “apoderarse del petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales”.

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