El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, durante la Comisión Presidencial para la Prevención, Atención y Control del COVID-19 y evaluación de distintos temas de interés nacional, celebrada el sábado, explicó sobre los detalles de la fallida incursión armada marítima, y aseguró que fue el líder opositor Juan Guaidó quien ordenó la incursión y pretendía perpetrar un golpe de Estado y desestabilizar la nación suramericana.
“Juan Guaidó está llegando al extremo de querer matar al presidente, a jefes militares, eliminar al adversario político y a todos los poderes públicos. Guaidó, ordenó la incursión (…) SilverCorp quería causar violencia con el aval de Guaidó, él quería asesinarme”, declaró el alto mandatario.
Maduro indicó que está comprobada la firma de Juan Guiadó y otros dirigentes distinguidos (Jordan Goudreau, Juan José Rendón y Sergio Guevara) en el contrato mercenario recién revelado que muestra su objetivo de azuzar la violencia contra el país.
El contrato firmado entre la empresa estadounidense Silvercorp y el ultraderechista Juan Guaidó para derrocar al Gobierno Nacional contempla disposiciones en las que se indica que el grupo terrorista se mantendría en Venezuela como “fuerza de ocupación” hasta la instalación de la administración de Guaidó.
Entre las clausulas establecidas en el documento se encuentran: la transferencia del mando militar al mercenario Jordan Goudreau, el uso de la fuerza letal para controlar manifestaciones y la suspensión de servicios básicos.
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— Prensa Presidencial (@PresidencialVE) May 9, 2020
Al respecto, el ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, aseguró también que Guaidó había ofrecido un bono millonario de 10 millones de dólares, para recompensar el éxito de la ‘Operación Gedeón’ en derrocar y secuestrar al presidente venezolano.
Rodríguez reveló que los mercenarios de la empresa Silver Corp, pretendían usurpar los recursos naturales de Venezuela, y agregó que “a partir de que Juan Guaidó tomara el poder, los mercenarios serían los adjudicatorios de todos los contratos de la administración pública”.
El pasado 4 de mayo se publicó un informe en el que se hace referencia a la incursión orquestada por la Casa Blanca con el apoyo del Gobierno de Colombia. Desde entonces, las fuerzas armadas y los órganos de seguridad prosiguen con la operación “Negro Primero, aplastamiento del enemigo”, dirigida a neutralizar al resto de los irregulares que se dio a la fuga tras el fracaso de la agresión paramilitar.
Este nuevo aventurismo de Estados Unidos y Colombia contra Venezuela ocurrió casi un año después de la intentona golpista que encabezó Guaidó y sus aliados en Caracas, con pleno respaldo de Washington.
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