Hay cuatro candidatos. El presidente Nicolás Maduro busca extender su mandato con la reelección. Su rival principal, es un exmilitante del chavismo pasado a la oposición: Henri Falcón. Falcón se presentó como candidato aún cuando la mayor parte de la oposición llamó a la abstención para restar legitimidad a los comicios.
El Gobierno de los Estados Unidos, precisamente, ha sido el que más ha presionado a Caracas por las elecciones. Ha sancionado a entidades y personalidades públicas, echando más leña al fuego de la crisis económica, marcada por una hiperinflación que supera el 10.000 % anual. Por otro lado están la Organización de los Estados Americanos (OEA), que ha llamado a la cancelación de las elecciones. Y la Unión Europea (UE), que se negó a enviar observadores para que monitoreen la votación.
El expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, junto con otros dos exaltos cargos europeos, forman una misión internacional de observación del proceso electoral y han confirmado que estas elecciones cuentan con suficientes garantías y oportunidades para todos los candidatos.
El principal desafío del candidato electo será la economía estancada. El presidente Maduro y su rival barajan diferentes planes para atajar la crisis: una reconversión monetaria, a fin de suprimir tres ceros a la moneda nacional, el bolívar. Y dolarización de la economía, para romper el círculo vicioso de la hiperinflación y atajar la pobreza que ha causado.
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