El Foro de Sao Paulo, un mecanismo de concertación política de los partidos y fuerzas de izquierda de América Latina y el Caribe, ha realizado este acto en conmemoración a los 50 años del triunfo del fallecido mandatario y de su partido Unidad Popular en Chile, en las elecciones de 1970.
La secretaria ejecutiva del Foro de Sao Paulo, Mónica Valente, en declaraciones a la agencia de noticias cubana Prensa Latina, ha destacado que el legado de Allende constituye en el presente un ineludible marco, a través de una mirada presente, para continuar la lucha de los pueblos contra el neoliberalismo, representado en particular en la figura de Estados Unidos.
Durante su mandato de cien días, Allende “demostró la unidad de todas las fuerzas, de izquierda, progresistas, populares, bajo un peculiar programa socialista en los finales del siglo XX”, dijo Valente.
En la cita virtual, a nombre de Cuba, el destacado político e intelectual Abel Prieto Jiménez, presidente de la Casa de las Américas, ha llamado a las fuerzas progresistas a permanecer unidas frente al fascismo y el neoliberalismo. “Solo la unidad nos permitirá pasar a la ofensiva”, indica.
En el homenaje, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha remarcado que hoy, a 50 años de la victoria de Salvador Allende, “hay un despertar allendista en Chile (...) el pueblo unido jamás será vencido, Allende sigue vivo”.
De esta forma Maduro se refiere a las continuas protestas del pueblo chileno contra las políticas del Gobierno neoliberal del presidente Sebastián Piñera y, particularmente, en este momento, en rechazo a la brutalidad de Carabineros, la policía militarizada, durante las manifestaciones.
El evento también cuenta con la presencia online de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff y del presidente nicaragüense Daniel Ortega, entre otros latinoamericanos y caribeños.
El golpe de Estado del jefe del Ejército, Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973 apoyado por Estados Unidos truncó el gobierno de la Unidad Popular de Allende y dio paso a la dictadura encabezada por el propio militar hasta 1990.
La presidencia de Allende, quien murió en el golpe de Estado, es recordada como una de las más avanzadas al presentar un programa socialista que incluyó la nacionalización del cobre y de las telecomunicaciones.
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