Fuentes locales indicaron a la agencia rusa de noticias Sputnik que Jalid Jalif al-Hemadi, alias Abu al-Walid, fue asesinado el jueves por unos hombres armados desconocidos en la provincia de Deir Ezzor, en el este de Siria.
Dos hermanos de Abu al-Walid también resultaron gravemente heridos en el asalto que se produjo en la aldea de Al-Sobha, ubicada en el este de Deir Ezzor.
Abu al-Walid, que militaba en las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Washington, fue responsable de los campos petrolíferos y una compañía de productos derivados que EE.UU. había fundado en Deir Ezzor para “saquear” el crudo sirio, según precisan fuentes consultadas.
En otro ataque lanzado la misma jornada del jueves contra los milicianos, respaldados por Washington, un integrante de FDS fue asesinado cerca de la aldea de Al-Kashkiya, sita en Deir Ezzor, y varios otros resultaron heridos.
Los ataques se produjeron casi dos semanas después de que el Ejército ruso lanzara un ataque devastador con misiles de largo alcance contra sitios que usaban los terroristas para contrabandear el petróleo robado sirio en la ciudad de Yarabulus, en la provincia de Alepo (norte).
El petróleo ha atraído a muchos a Siria, entre ellos Turquía y EE.UU. De hecho, el crudo ha sido el factor más importante del comienzo y el prolongamiento del conflicto armado en Siria, que ya ha entrado en su décimo año.
Entre los campos más destacados de Siria se puede mencionar Al-Omar, el más grande, que se ubica en Deir Ezzor, zona que también abarca la planta de gas, Koniko, donde la llamada coalición, liderada por EE.UU., ha desplegado a finales de mayo un sistema antimisiles Patriot, alegando proteger esta zona del grupo terrorista Daesh. Asimismo, en Al-Hasaka (noreste) se encuentran el campo petrolero de Rumilan y el campo gasífero de Al-Jibsa.
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