Según ha informado este sábado la agencia oficial siria de noticias SANA, las unidades del Ejército de Siria han bloqueado el paso de los vehículos estadounidenses en las aldeas de Al-Sibat, Tal Shamiran y Mansaf Tahtani, en Al-Hasaka (noreste).
Las tropas sirias, estacionadas en los puestos de control del Ejército, han interceptado el convoy de los invasores estadounidenses en los mencionado suburbios occidentales de la provincia de Al-Hasaka y les han obligado a regresar al área de donde habían venido.
Además, el viernes, en un puesto de control militar en la aldea Mansaf Tahtani, tres vehículos blindados estadounidenses fueron obligados a regresar a sus bases ilegales en el territorio sirio.
Los residentes de pueblos y ciudades en Al-Hasaka, junto con el Ejército sirio, a veces bloquean el paso de los convoyes estadounidenses.
Esto ocurre mientras, de acuerdo con los informes, los convoyes de las fuerzas estadounidenses siguen enviando camiones cisterna con combustible robado de las zonas petroleras de Siria a Irak, cruzando el paso fronterizo de Al-Walid, en el noreste de Al-Hasaka.
Los camiones portan crudo robado de los campos petrolíferos que ocupan las tropas estadounidenses en la región siria de Al-Jazeera, sita en el este del río Éufrates.
Las regiones norteñas de Siria, en especial Al-Hasaka, son escenario de una escalada de tensiones provocada por EE.UU., cuyas tropas se han medido en varias ocasiones con las fuerzas sirias, así como con las tropas rusas que realizan patrullas diarias en esta zona a petición del Gobierno legítimo sirio, presidido por Bashar al-Asad.
Ante tal coyuntura, el Gobierno de Damasco ha condenado muchas veces el robo “a mano armada” por EE.UU. de su petróleo, y resalta que, en cuanto se produzca la liberación de la provincia noroccidental de Idlib —considerada el último bastión de los terroristas en Siria—, el Ejército de Damasco acabará con la ocupación estadounidense.
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