Reporteros de Reuters han registrado en tres ocasiones la entrada de contratistas privados rusos en una base militar en el poblado de Molkino, que alberga a la 10ª Brigada de Misión Especial rusa, tras su regreso de Damasco (capital siria).
En una ocasión, el 17 de abril, vieron que un vuelo de la aerolínea siria Cham Wings aterrizó en el aeropuerto de Rostov-on-Don (sur de Rusia) y un grupo de hombres bajó a través de una salida diferente a la que usaban los pasajeros ordinarios y abordó tres autobuses, usados normalmente por los empleados del aeropuerto.
Los hombres, vestidos de civiles, bajaron de los autobuses y recogieron su enorme equipaje, subieron de nuevo y salieron rumbo a Molkino, donde llegaron poco antes de medianoche. Los autobuses esperaron un minuto o dos en un puesto de control y regresaron entre 15 y 20 después, vacíos, recuerda Reuters.
Aunque el Kremlin asegura que “no tiene nada que ver” con los contratistas privados rusos para asuntos militares, el destino de estos agentes supone una “evidencia” de que la misión rusa en Siria sobrepasa las ofensivas aéreas, entrenamiento de las fuerzas sirias y un “número reducido” de las fuerzas especiales, que reconoce Moscú, destaca la agencia británica de noticias.
La publicación también recuerda que el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, barajó el pasado 14 de febrero, la posibilidad de que hayan rusos en Siria, pero aseguró que “ellos no son parte de las fuerzas armadas de la Federación Rusa” desplegadas en Siria.
Peskov remitió a Reuters al Ministerio de Defensa para conocer la razón por la que combatientes civiles rusos van directamente a una base militar tras volver de Siria. Esta Cartera tampoco ofreció una respuesta, según la agencia británica.
Un agente de la 10ª Brigada de Misión Especial ruso, no obstante, ha rechazado totalmente la idea. “Hasta donde sé yo” nadie ha entrado en la base, dijo.
Un contratista ruso indicó a Reuters que hay más de 2000 compatriotas suyos ayudando a las fuerzas sirias a recuperar el control de las tierras que perdieron a raíz a una crisis que azota al país desde 2011.
Moscú siempre ha negado el despliegue de mercenarios o contratistas privados en Siria. En todo caso, los enfrentamientos ponen de relieve que Rusia está muy implicada militarmente en este país árabe, donde se arriesga a una confrontación directa con las fuerzas de EE.UU. que también se encuentran en el país árabe sin el consentimiento del Gobierno de Damasco.
ask/ncl/alg
