• El presidente sirio, Bashar al-Asad (izda.), durante una entrevista a Russia 24. (Foto: SANA)
Publicada: viernes, 6 de marzo de 2020 16:04

El presidente sirio, Bashar al-Asad, ha desvelado los secretos de la fuerza de resistencia del pueblo de Siria que ha triunfado tras nueve años de guerra.

Somos un país pequeño, pero hay muchos factores que nos hacen fuertes en esta guerra”, así lo afirmó el mandatario sirio en una entrevista concedida el miércoles al canal estatal ruso Russia 24, donde el entrevistador preguntaba sobre el poder que almacena la nación y le permite vivir, triunfar y evitar la desesperación tras un conflicto que ya dobla la duración de la Segunda Guerra Mundial (1939-45).

Según Al-Asad, el país levantino podría haber desaparecido rápidamente por la “confabulación del Occidente”, si no fuera por la capacidad del pueblo, sobre todo el Ejército, a sacrificarse y hacer todo por resguardar la soberanía y la independencia de Siria.

Las Fuerzas Armadas hicieron muchos sacrificios, y uno piensa que solo se pueden observar en películas, pero aquí lo vimos en cada combate que libraron los soldados, y esto fue lo que protegió al país, añadió.

 

En esa misma línea, subrayó también el sacrificio del pueblo, que resistió difíciles condiciones y enormes presiones, además de los incesantes bombardeos, el cerco y la mala coyuntura económica.

Otro factor de la resistencia, enumeró el dignatario sirio, es la conciencia popular que ocasionó la unidad nacional. El sector público jugó un rol relevante en la cohesión del país, y ni en los peores momentos del conflicto se ha dejado de pagar los sueldos, ni se cerraron escuelas y tampoco se dejó de prestar servicios y la vida continuó, recordó.

Amén de estos factores, Al-Asad destacó el apoyo de los amigos de Siria, en particular Irán e Rusia. “Nos han respaldado política, militar y económicamente. Todos estos factores juntos han ayudado a Siria a mantenerse firme hasta ahora”, adujo.

Desde el año 2011, Siria vive un cruento conflicto desatado por bandas armadas y facciones extremistas apoyadas por países occidentales y regionales como EE.UU., Arabia Saudí y Turquía entre otros.

Sin embargo, el Gobierno de Damasco logró derrotar a casi todas las agrupaciones extremistas, como el EIIL (Daesh, en árabe) y controla actualmente la mayor parte del territorio nacional, menos unos reductos en el este y en el noroeste, precisamente en la provincia de Idlib, considerada el último baluarte de grupos terroristas en el país.

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