• Rebeldes sirios, apoyados por Ankara, y soldados turcos cerca de la ciudad kurdo-siria de Ras Al-Ain, 12 de octubre de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 27 de diciembre de 2019 6:28

Los rebeldes sirios, apoyados por Turquía, ofrecen irresistibles salarios, hasta 2000 dólares mensuales, a combatientes que luchen en Libia, revela OSDH.

“Las fracciones (sirias) apoyadas por Turquía atraen a los jóvenes para unirse a la guerra en Libia, ofreciéndoles salarios satisfactorios de entre 1800 y 2000 dólares estadounidenses para cada uno de los combatientes al mes”, afirmó el jueves el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), citando a fuentes locales en el norte de Siria.

Los informantes consultados, asimismo, revelaron que les ofrecen a sirios otras ventajas “tentativas”, además de “garantizados servicios adicionales” por el país de acogida.

Para facilitar el envío, las fuerzas proturcas abrieron ya cuatro centros en sus bases en la ciudad siria de Afrin, sita en la provincia de Alepo (noroeste), para inscribir nombres de los combatientes voluntarios para defender al Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), con sede en Trípoli, en el oeste de Libia, añade el OSDH.

El ente opositor, con sede en Londres, capital del Reino Unido, destaca que ha monitoreado la llegada de “decenas” de personas, la mayoría desplazados sirios, en los centros previstos para unirse a la guerra en Libia “bajo la protección de Turquía”.

Los hechos se dan a conocer días después de que Ibrahim Kalin, portavoz del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunciara el martes que el Parlamento sopesaba autorizar el envío de fuerzas armadas a Libia para respaldar al Gobierno de Trípoli frente a la ofensiva de Jalifa Haftar, que lucha para gobernar el país.

 

El nuevo paso de los rebeldes sirios, respaldados por Ankara, es un eslabón más de los crímenes y brutalidades que cometen contra sus propios compatriotas.

El OSDH informó el 10 de diciembre, que las fuerzas proturcas obligan a los ciudadanos kurdo-sirios en Ras Al-Ain, en la provincia de Al-Hasaka (noreste), a firmar contratos para ceder sus casas y abandonar la zona. Además, esclavizan a los ciudadanos obligándolos a trabajar en campos de algodón que habían robado a las familias kurdas, entre otras minorías sirias.

Al respecto, Michel Kilo, un opositor sirio, reveló en septiembre que el nuevo plan saudí-estadounidense se centra en fortalecer a las tribus árabes en el este de Siria para reemplazar a los kurdos.

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