Según anunció el martes la agencia rusa de noticias Sputnik en idioma árabe, los terroristas de la banda takfirí Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham), con el apoyo de los llamados “cascos blancos”, han transportado recientemente varios cilindros de gas cloro al sur de Idlib, en el noroeste de Siria.
Para transportar los cilindros a las ciudades de Saraqib y Maarat al-Numan, en Idlib, se valieron de dos automóviles pertenecientes a los llamados “cascos blancos”, explicó la citada fuente, citando fuentes locales bajo condición de anonimato.
Las sustancias químicas, tras llegar la madrugada del miércoles a Saraqib, se almacenaron en una de las granjas del sur de la ciudad. Y después fueron trasladadas a un bastión del grupo terrorista Fath Al-Sham.
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El pasado 26 de noviembre, el Ministerio ruso de Defensa advirtió que la alianza terrorista Hayat Tahrir Al-Sham (HTS) —encabezada por Frente Al-Nusra— pretende montar, junto con los “cascos blancos”, ataques aéreos y químicos en Idlib para culpar de la agresión a Damasco y Moscú.
Pese a que los llamados “cascos blancos” afirman ser una oenegé humanitaria, los han acusado de ayudar a los grupos terroristas en su lucha contra el Gobierno sirio y de organizar ataques con armas químicas de bandera falsa en Siria.
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El Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, denuncia que EE.UU. y el Reino Unido financian a los “cascos blancos” para que sirvan como una especie de brazo humanitario de los grupos terroristas en Siria y como principal herramienta en la campaña mediática contra el país árabe.
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