En el artículo publicado la noche del viernes por el diario estadounidense, el responsable de relaciones exteriores del grupo terrorista Ahrar al-Sham, Labib al-Nahhas, manifiesta que este grupo ha sido “acusado falsamente” por Washington de estar afiliado con Al-Qaeda.
No somos moderados, pero diferimos de Al-Qaeda”, alega el cabecilla takfirí.
“No somos moderados, pero diferimos de Al-Qaeda”, señala el cabecilla takfirí, quien alega que los elementos de esa banda están “luchando por justicia para el pueblo sirio”.
Además, critica a la Administración del presidente estadounidense Barack Obama por prestar apoyo solo a los grupos armados que considera “moderados” e ignorar a Ahrar al-Sham, vinculado con la rama siria de Al-Qaeda, es decir, el Frente Al-Nusra.
“Los políticos de la Casa Blanca han asignado millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses para respaldar los esfuerzos de la CIA (la Agencia Central de Inteligencia) a fin de robustecer las llamadas fuerzas moderadas en Siria”, adelanta.
Tras tachar de un “fracaso absoluto” esta estrategia de Washington, Nahhas sugiere a los políticos estadounidenses que cambien de estrategia y respalden a Ahrar al-Sham, si desean que sea derrocado el presidente sirio, Bashar al-Asad.
En este sentido, advierte que EE.UU. no debe escoger entre el presidente sirio y el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe). “Hay también una tercera opción”, remarca.

Ahrar al-Sham es uno de los tantos grupos terroristas que lucha desde hace años contra el Gobierno de Damasco.
Su fallecido fundador, Abu Jalid al-Suri, fue uno de los cercanos compañeros de Osama Bin Ladin, exlíder de Al-Qaeda y tras el inicio de crisis de Siria en 2011, se convirtió en el representante en Siria del actual líder de Al-Qaeda, Aiman al-Zawahiri.
El máximo jefe de Frente Al-Nusra, Mohamad al-Yolani, aseguró en mayo pasado en una entrevista con la televisión catarí Al-Jazeera que su banda no busca apuntar contra las posiciones occidentales.
Por su parte, el representante permanente sirio ante las Naciones Unidas, Bashar al-Yafari, denunció que esta entrevista es un intento por lavar la imagen del Frente Al-Nusra y fomentar el terrorismo en Siria.
A mediados de febrero, Estados Unidos y Turquía llegaron a un acuerdo para entrenar y equipar en el suelo turco a miembros de la llamada “oposición moderada” de Siria para provocar el derrocamiento del presidente sirio.
Según cifras del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), la violencia provocada por estos grupos respaldados por EE.UU, Arabia Saudí, Catar, Jordania y Turquía, ha ocasionado la muerte de 230.000 personas en el territorio sirio.
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