El ministro tunecino de Sanidad, Faouzi Mehdi, informó el viernes de que los investigadores del país norafricano habían detectado una nueva cepa de coronavirus diferente a las variantes registradas hasta el momento en medio de un nuevo repunte del número de contagios en Túnez, que ya ha superado la barrera de los 10 000 fallecimientos desde el comienzo de la pandemia.
En declaraciones a la prensa local, Mehdi, explicó que esta cepa fue localizada en la localidad de Manuba, cerca de la capital, y cuyas muestras serán enviadas a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para determinar su naturaleza y su origen, ya que no se trata de “la cepa brasileña, ni la sudafricana ni la británica”.
Por su parte, el primer ministro, Hichem Mechichi, declaró que los esfuerzos del Gobierno están destinados a aumentar el número de plazas de los cuidados intensivos, con una ocupación del 80 % en este momento, No obstante, dijo que el problema principal reside en la falta de personal médico especializado por lo que anunció un plan de contratación excepcional.
El anuncio se produjo un día después de que Amenallah Messadi, miembro del comité científico independiente que asesora al Ejecutivo tunecino en la lucha contra la pandemia, comentara a la agencia de noticias británica Reuters que el sistema de salud del país norafricano estaba al borde del colapso, debido a un aumento de los casos impulsado por la variante británica del coronavirus.
El país magrebí registró el viernes 2200 nuevos casos y 107 víctimas mortales en un pico que comenzó a finales de marzo y cuyo balance oficial asciende a un total de 296 343 contagios y 10.170 fallecidos, de acuerdo a datos globales de Worldmeter.
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