Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), dejar de fumar es difícil para las víctimas de la epidemia de tabaquismo, ya que “la mayoría de los consumidores de tabaco son adictos a la nicotina”, una droga tan adictiva como la heroína y la cocaína, y, por lo tanto, la persona dependiente se ve forzada de una manera biológica a suministrarse reiteradamente más dosis.
El tabaquismo es uno de los responsables de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, además de que acelera la frecuencia cardiaca, eleva la presión arterial y aumenta el riesgo de hipertensión y de obstrucción de las arterias, lo que puede provocar ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
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