“Tales acciones no habrían sido posibles sin la asistencia financiera, técnica y logística de la coalición occidental liderada por Estados Unidos, que es, de hecho, un patrocinador de las actividades criminales del régimen del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski”, se lee en la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores, emitida el lunes.
De esta forma, la Cancillería rusa hizo referencia al lanzamiento, el domingo, de sistemas de misiles tierra-aire de largo alcance S-200 por parte de las fuerzas ucranianas contra el puente estratégico de Crimea, que conecta esta península al territorio de Rusia, y otros dos objetivos en las provincias rusas de Rostov y Kaluga.
Al respecto, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, el coronel general Victor Afzalov, informó el lunes que las tropas rusas destruyeron dos misiles que iban dirigidos al puente de Kerch, en Crimea, y el aeródromo militar de Morózovsk, en la provincia de Rostov, y neutralizaron otros dos misiles balísticos que volaban hacia la base aérea de Kaluga.
Los fallidos ataques de Kiev se produjeron horas después de que la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, admitiera que las fuerzas ucranianas fueron responsables de un ataque en octubre de 2022 en el puente de Crimea y advirtiera que su país continuará con sus ataques para “interrumpir la logística rusa”.
Además, Estados Unidos ha reafirmado esta semana su apoyo militar a Ucrania, anunciando que dotará a Kiev con las prohibidas bombas de racimo, pese al rechazo incluso de sus propios aliados.
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