El Ministerio de Defensa ruso ha informado este martes en un comunicado que el ejercicio naval tuvo lugar en la parte occidental del mar Arábigo y se enmarcó en los entrenamientos conjuntos denominados “Mar Pacífico 2022”.
La nota detalla que las fuerzas ejecutaron prácticas tácticas y simulacros de abordaje de verificación y liberación del buque cisterna ruso Boris Butoma, en un hipotético caso de que la embarcación había caído en manos de piratas. Además, un helicóptero naval ruso Ka-27PS realizó el traslado de un presunto herido desde el destructor antisubmarino ruso Admiral Tributs al buque de guerra chino Urumqi.
Del lado de Rusia también se implicó en el ejercicio el crucero lanzamisiles Varyag, buque insignia de la Flota del Pacífico.
Previamente, los marineros rusos participaron en un entrenamiento naval a tres bandas junto a China e Irán en el océano Índico. Durante el ejercicio, que concluyó el 22 de enero, se llevaron a cabo las pruebas de tiro de artillería contra blancos navales, maniobras tácticas conjuntas y operaciones de salvamento marítimo.
Además, según la agencia rusa Sputnik, los buques rusos se dirigirán al Mediterráneo para participar, conjuntamente con tripulaciones de la Flota del Norte y la del Báltico, en un ejercicio conjunto de las fuerzas navales del país euroasiático.
La Armada rusa planea ejecutar este ejercicio tanto en las aguas que bañan el territorio nacional como en zonas importantes del océano mundial. Habrá entrenamientos separados en el Mediterráneo, el mar del Norte y el de Ojotsk, así como en el sector noreste del Atlántico y en el Pacífico. Se implicarán en estas actividades más de 140 buques de guerra y auxiliares, unas 60 aeronaves, casi 10 000 militares y hasta 1000 piezas de armamento.
Los masivos ejercicios de Rusia y su acercamiento a China se dan en un contexto en que las tensiones que mantiene Washington con esos dos países suben cada vez más. Además, Estados Unidos está cada vez más preocupado de que una alianza militar entre Moscú y Pekín socave sus intereses.
No obstante, con sus políticas agresivas y unilaterales, el propio Washington está acelerando el proceso de acercamiento de China y Rusia, que, según subrayó en junio pasado el diario estadounidense The New York Times, incluso se han comprometido a cooperar en expediciones al espacio, preparándose para vencer a EE.UU. en una nueva carrera espacial.
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