Las relaciones entre Moscú y el Occidente atraviesan un período de gran tensión a tenor de duras sanciones por causa de una serie de cuestiones, incluida la situación en Ucrania —por la anexión de la estratégica península de Crimea a Rusia, como fruto de un referéndum en 2014— y el encarcelamiento del opositor ruso Alexéi Navalni.
Al respecto, el vicecanciller ruso, Alexander Pankin, durante las audiencias parlamentarias en la Duma Estatal (cámara baja) realizadas este lunes ha indicado que las sanciones de los países occidentales contra Rusia durarán para siempre.
“El régimen de sanciones ha existido y existirá siempre, seamos realistas. Las sanciones ya se plasmaron en numerosas actas legislativas de EE.UU. y de otros Estados, haciendo imposible dar pasos atrás”, ha afirmado el diplomático.
De hecho, ha proseguido, los embargos occidentales, a pesar de haber sido impuestos de manera ilegítima y bajo pretextos muy débiles, no pueden ser revertidos.
Pankin también ha asegurado que Moscú nunca pedirá a ningún Estado que levante dichas sanciones y no se disculpará por lo que no está haciendo. “Pero, apelando a los círculos interesados —los empresariales, sociales y otros— intentaremos lograr que se tome conciencia de su carácter dañino para los que las impusieron”, ha agregado.
Respecto al tema de Crimea, el diplomático ruso ha recalcado que, Moscú nunca renunciará a la península, y “si Crimea es parte del país euroasiático, Moscú quedará siempre bajo sanciones”.
De acuerdo con Pankin, Rusia ha preparado varias contramedidas para emplearse en caso de que el Occidente plantee nuevas sanciones antirrusas. Moscú debe prepararse para afrontar nuevas sanciones, ha enfatizado.
Los países occidentales y Kiev tratan de achacar a Moscú el conflicto en el este del territorio ucraniano; no obstante, las autoridades rusas rechazan las imputaciones y acusan al Occidente, encabezado por EE.UU., de incitar al país a iniciar un nuevo conflicto con los separatistas y desestabilizar las fronteras rusas.
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