“Seguramente contará con Zircón”, afirmó Putin, a bordo de Gremyashchiy (atronadora), mientras visitaba el jueves un astillero en la ciudad portuaria de Kaliningrado en la región más occidental de Rusia. El mandatario subrayó, asimismo, que el Zircón es capaz de “golpear tantos los objetivos navales como terrestres”.
Las declaraciones del mandatario se produjeron después de que el capitán Roman Dovgailov le explicara que el Gremyashchiy es el primer buque de guerra de la Flota del Pacífico en llevar misiles de crucero Kalibr, pero que también puede llevar los misiles hipersónicos Zircón.
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El misil hipersónico altamente maniobrable conocido como Zircón se instalará en la corbeta de primera clase de la Armada rusa y entrará en servicio el próximo mes, de acuerdo con los medios rusos.
Los expertos destacan que es “imposible” interceptar este tipo de misiles con los existentes dispositivos para detectar y rastrear a los misiles.
Seguramente contará con Zircón”, afirmó el presidente ruso, Vladimir Putin, a bordo de la corbeta estratégica y multipropósito rusa Gremyashchiy (atronadora).
Gremyashchiy del proyecto 29385, armada con misiles de crucero Kalibr, está a la espera de entrar en servicio de la Marina rusa a finales de este año en curso.
Tiene una eslora de 343 pies (104,5 m.) desplaza 2200 toneladas, acelera hasta 26 nudos y tiene un alcance operativo de 3800 millas náuticas a 14 nudos. De igual modo, cuanta con sistemas de artillería, misiles, antisubmarinos, sonar y sistemas de radar instalados en él.
Las corbetas multipropósito de esta clase están diseñadas para detectar y destruir los submarinos y barcos de superficie del enemigo, apoyar el desembarco de tropas, proteger la zona costera y escoltar a otras naves.
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Dmitri Trenin, director del think tank (laboratorio de ideas) del Centro Carneige de Moscú (capital rusa), reveló en 2016, que Putin podía proyectar el poder militar de Rusia hacia un nivel no visto desde la época de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). “La reforma militar ha dado a Rusia, al Kremlin (y) al Sr. Putin un instrumento útil de política exterior que no tuvo Rusia durante un cuarto de siglo”, dijo Trenin.
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