Según informa la agencia británica Reuters, el Ministerio de Defensa de Rusia ha enviado su buque de guerra de fabricación más reciente, la fragata Almirante Makarov, rumbo al mar Mediterráneo, donde se unirá a la flotilla rusa desplegada en la zona.
“El buque de la Flotilla del Mar Negro de la Armada, la fragata Almirante Makarov, ha partido del puerto de Sebastopol y se dirige hacia al estrecho del Bósforo. El buque se unirá a la fuerza naval permanente de Rusia en el Mediterráneo”, reza un comunicado difundido este lunes por la cartera rusa.
El Almirante Makarov, que entró en servicio en diciembre del año pasado, está equipado con un gran número de misiles de crucero Kalibr, los mismos que ha usado la Armada rusa para atacar objetivos militares en territorio sirio.
El buque de la Flotilla del Mar Negro de la Armada, la fragata Almirante Makarov, ha partido del puerto de Sebastopol y se dirige hacia al estrecho del Bósforo. El buque se unirá a la fuerza naval permanente de Rusia en el Mediterráneo”, se lee en un comunicado difundido por el Ministerio de Defensa de Rusia.
En el comunicado ministerial ruso se señala también que en las últimas semanas la tripulación de la fragata ha realizado varias rondas de simulaciones de batalla y entrenamiento militar, por lo que está preparada para afrontar cualquier tarea o amenaza que se le presente una vez desplegada en el Mediterráneo.
Desde agosto, Rusia tiene desplegados en las costas sirias del Mediterráneo más de 10 buques de guerra y al menos dos submarinos que sirven como fuerza disuasoria de posibles agresiones de EE.UU. y sus aliados a Siria.
En ese mes Moscú temía que Washington y sus aliados se estuvieran preparando para atacar a Siria so pretexto de un supuesto uso de armas químicas contra civiles por parte del Ejército sirio —Rusia y Siria aseguraban que había un complot para escinificarlo y así justificar una agresión—, por lo que incrementó su presencia naval cerca de Siria para disuadir posibles ataques.
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