“Este es probablemente el caso más escandaloso de los intentos de suprimir la soberanía de otros países”, dijo Peskov en referencia al hecho de que Washington aconsejó públicamente al Papa sobre cómo hablar con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Este es probablemente el caso más escandaloso de los intentos de suprimir la soberanía de otros países”, según Peskov.
Antes de que Putin se reuniera con el Papa Francisco, el embajador estadounidense en el Vaticano, Kenneth Hackett, pidió a la Santa Sede que condene las posturas de Rusia en torno a la crisis de Ucrania y que exprese su preocupación por lo que está sucediendo allí.
Al tildar este tipo de medidas de “inexcusable”, “flagrante” y “absolutamente inadmisible” en las relaciones internacionales, el funcionario ruso dijo con sarcasmo que esto es probablemente una nueva forma de diplomacia mundial.
Peskov defendió su punto de vista al respecto, diciendo que la acción estadounidense no tiene otro significado, para después evocar que el jefe de Estado ruso siempre ha estado y estará en total desacuerdo con estas actitudes.
Reunión privada de 50 minutos

Durante un encuentro de 50 minutos de duración que tuvo lugar en la biblioteca privada del Papa en el Vaticano, el pontífice hizo hincapié en la necesidad de “comprometerse con un esfuerzo importante y sincero para obtener la paz” en el este de Ucrania.
Una nota oficial del Vaticano informó que ambos están totalmente de acuerdo que la crisis ucraniana se debe resolver mediante la aplicación de los acuerdos de Minsk, firmados el pasado 12 de febrero, que prevén un alto el fuego entre las partes del conflicto.
Al final de la reunión, el papa le dio al mandatario ruso un medallón en bronce que representa el “Ángel de la paz”, el ángel que “gana todas las guerras” y que es “solidario con todos los pueblos”, según sus propias palabras.
Putin viajó al Vaticano después de su visita a Italia, donde fue junto al primer ministro italiano, Matteo Renzi, a la Exposición Universal de Milán (norte de Italia).
Rusia está acusada por parte de los países occidentales de apoyar y armar a los independentistas que luchan contra las fuerzas gubernamentales en Ucrania, un conflicto que ha causado más de 6400 muertos desde que estalló en abril de 2014. Moscú rechaza toda esta alegación.
zss/ktg/mrk