“Lamentablemente, estamos viendo que el conflicto aumenta y la culpa no es de las milicias de Donbás, sino de la parte contraria”, ha aseverado el mandatario ruso durante su visita a la península de Crimea.
Lamentablemente, estamos viendo que el conflicto aumenta y la culpa no es de las milicias de Donbás, sino de la parte contraria, ha dicho el presidente ruso, Vladimir Putin.
Luego de expresar su esperanza de que no aumenten los enfrentamientos directos, el jefe del Estado ruso ha subrayado que para Moscú no cabe debate alguno acerca de la soberanía de su país sobre Crimea.
La península de Crimea se anexionó, a mediados de marzo de 2014, al territorio ruso según decidieron sus habitantes en un referéndum.
Este martes, la Cancillería rusa ha emitido un comunicado en que expresa su preocupación por las consecuencias negativas de la retórica belicosa del Gobierno de Kiev. “Recientemente, ha habido un mayor deterioro de la situación en el sureste de Ucrania”, reza el texto.
“A pesar del régimen del alto el fuego declarado de conformidad con los acuerdos de Minsk, el Ejército de Ucrania ha aumentado la intensidad de los bombardeos de artillería en las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, agrega la nota.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso denuncia que los ataques de la artillería ucraniana no sólo causan la muerte de civiles, sino destruyen las casas residenciales e instalaciones de infraestructura social.
EE.UU. y sus aliados europeos han impuesto varias rondas de sanciones unilaterales contra el Kremlin, bajo el pretexto de que apoya a los combatientes independentistas en el este de Ucrania.
Moscú, por su parte, siempre ha rechazado categóricamente toda implicación en la crisis ucraniana y ha acusado al Occidente, en particular EE.UU., de estar detrás del caos en ese país europeo.
Según fuentes oficiales, el Ejército de Kiev reinició el sábado los ataques de artillería contra varias localidades del este de Ucrania.
El lunes, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, expresó su preocupación por la escalada de violencia en el este de Ucrania.
Kiev, con la ayuda de sus aliados, ha lanzado múltiples operaciones militares para acabar con el movimiento independentista en el este de Ucrania. Un conflicto, que hasta el momento, se ha saldado con más de 6832 muertos y ha dejado 1,3 millones de desplazados internos.
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