Italia celebrará elecciones el próximo 4 de marzo en mitad de un candente debate racista. Más de 20.000 personas han recorrido las calles de la capital, Roma, para condenar los últimos ataques racistas contra la población inmigrante. Líderes políticos como el secretario general del Partido Democrático, Matteo Renzi, o el actual primer ministro en funciones, Paolo Gentiloni, han acudido a la protesta.
La manifestación se ha vivido como una oportunidad para alzar la voz. En el manifiesto se pide a la Italia unida, solidaria y responsable que conteste con instrumentos participativos contra la deriva racista, autoritaria y xenófoba.
Se responsabiliza a partidos como la xenófoba Liga Norte de instrumentalizar el ataque racista con disparos ocurrido en Macerata contra población inmigrante. Partidos como el Movimiento 5 Estrellas o Forza Italia tampoco han esquivado el debate racista. La inmigración irregular, dijo días atrás el expremier Silvio Berlusconi, es una bomba social a punto de estallas.
Contra los lemas fascistas, los organizadores han contestado con otro: “Nunca más fascismo; Nunca más racismo”. Se han producido diversas manifestaciones antirracistas y de corte xenófobo en distintos puntos del país.
Rubén Martínez, Roma.
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