Piden una vivienda para cada uno, una asignación mensual acorde al costo de vida en Uruguay y que traigan a sus familias.
Cinco de los ex reclusos se niegan a firmar un convenio con el Centro Ecuménico para la Dignidad Humana (CEDHU), que consideran muy desventajoso, pues les conceden vivienda solo por un año, y tampoco están recibiendo asignación económica.
El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, insistió en que no les han entregado las casas aún porque los ex prisioneros no han dicho que familiares quieren traer, cosa que ellos desmienten.
Los ex prisioneros aducen que no pueden traer a sus familias, si no tienen una vivienda asegurada a largo plazo. No culpan al Gobierno de Uruguay, a quién agradecen haberlos recibido, sino al de los Estados Unidos, que fue quién los encarceló durante más de diez años. Están dispuestos a permanecer aquí hasta que se atiendan sus reclamos.
Eugenia Rodríguez, Montevideo.
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