El 1 de abril, el llamado “tiempo de prórroga”, ha sido un día de la misma intensidad de trabajo en busca de un acuerdo Irán-Sexteto (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania).
Las primeras horas de la madrugada de1 de abril encontraron a los negociadores del futuro acuerdo nuclear. El paso de la medianoche del 31 de marzo no hizo que el trabajo se detuviera, y el propio canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, compareció ante los periodistas para aclarar que el reloj no se iba a detener.
Pocas horas de descanso, pero necesarias para madrugar el 1 de abril y ponerse con documentos. El calendario de reuniones, intenso, entre ministros, diputados y expertos porque, el mensaje no ha variado mucho: los últimos escollos están aún ahí.
Asimismo, el final del día llega sin noticias de un anuncio, pero con nuevos signos positivos: el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, extiende su estancia, Frank Walter Steinmeir retrasa su vuelo del próximo día y Laurent Fabious, vuelve de nuevo a Lausana (Suiza).
Con el precedente del plan de acción conjunto de Ginebra, Suiza, de 2013, firmado 3 horas después del plazo, el tiempo deja de ser un jugador válido en las negociaciones.
Raquel González, Lausana.
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