En declaraciones pronunciadas este domingo en una reunión con su gabinete, el mandatario ha subrayado los intentos fallidos de los estadounidenses de sabotear las exportaciones del país mediante sanciones y guerras.
En este sentido, ha señalado que muchos países del mundo no solo carecen de recursos de petróleo y gas, sino que se ven obligados a importarlos para satisfacer sus necesidades internas; no obstante, han tomado en serio el camino del desarrollo y el progreso.
Al respecto, ha asegurado que la República Islámica de Irán, apoyándose en el poder de los expertos, las élites y la empatía del pueblo, podrá reducir su dependencia de los recursos petroleros y continuar con fuerza sus programas de desarrollo, al tiempo que satisface las necesidades internas.
De este modo, ha recalcado que Irán está listo para cualquier condición potencial después de la reimposición de las sanciones, mientras que ha reiterado que el país mantiene el foco puesto en las relaciones con sus vecinos.
“Nuestro camino es el de la firmeza, la confianza en la fuerza del pueblo y el movimiento honorable hacia un futuro brillante. Con interacciones amplias y constructivas con los vecinos, los mal intencionados nunca alcanzarán sus metas y sueños”, ha sostenido el presidente de Irán, insistiendo en que “el país está preparado para afrontar cualquier escenario”, y que la vida y el sustento de la gente son la prioridad del Gobierno.
Recordando el compromiso del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, de prohibir el desarrollo de armas nucleares, Pezeshkian ha aseverado que la República Islámica nunca ha buscado adquirir armas nucleares ni lo hará en el futuro.
“Siempre hemos declarado nuestra disposición a llevar a cabo negociaciones lógicas, justas y transparentes, pero nunca aceptaremos una negociación que nos involucre en nuevas cuestiones y problemas”, ha afirmado.
Las declaraciones de Pezeshkian se producen luego de que el Consejo de Seguridad restableciera en la medianoche del sábado seis resoluciones adoptadas entre 2006 y 2010 contra Irán por su programa nuclear, después de que el E3 —el Reino Unido, Francia y Alemania—activara en agosto el llamado mecanismo ‘snapback’, acusando a Irán de no cumplir supuestamente sus obligaciones contempladas en el acuerdo de 2015.
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