Los líderes de más de 20 países y representantes de 10 organizaciones internacionales han rechazado al unísono durante la 25.ª cumbre de la OCS en la ciudad china de Tianjin las agresiones militares ejecutadas en junio por Estados Unidos e Israel contra instalaciones civiles, militares y nucleares de Irán, que dejaron al menos 1069 muertos.
“Los actos de agresión contra instalaciones del país, incluidas infraestructuras nucleares y energéticas, que han causado la muerte de civiles, constituyen una violación flagrante de los principios y normas del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, así como una afrenta a la soberanía de la República Islámica de Irán”, han dicho los participantes en la cumbre en la declaración final.
Han advertido que este tipo de acciones “socavan la seguridad regional e internacional y tienen consecuencias graves para la paz y la estabilidad mundial”.
Los firmantes del comunicado han insistido en que “la seguridad física nuclear y la protección de las instalaciones nucleares deben estar garantizadas de forma permanente, incluso durante los conflictos armados, con el objetivo de proteger a la población y al medio ambiente de posibles daños”.
OCS pide implementar plenamente la Resolución 2231
En cuanto a la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que consagra el acuerdo nuclear de 2015, los Estados miembros de la OCS han enfatizado que el documento “es vinculante y debe aplicarse plenamente y de conformidad con sus disposiciones”. Advierten, además, que cualquier intento de interpretarla de manera “arbitraria” socava la credibilidad del Consejo de Seguridad.
Los líderes de la OCS han hecho un llamado a la reanudación de un diálogo constructivo entre Irán y los países implicados en el caso del programa nuclear iraní y enfatizado la necesidad de centrarse en encontrar soluciones comunes para evitar una mayor escalada de la situación.
El pasado 13 de junio, Israel lanzó una agresión sin motivo contra Irán, atacando instalaciones militares, nucleares y civiles en Teherán y otras ciudades. A los ataques israelíes se unió una semana después Estados Unidos, bombardeando tres sitios nucleares iraníes, protegidos por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear.
Irán respondió la agresión con fuerza lanzando cientos de misiles balísticos y drones contra objetivos estratégicos israelíes en los territorios ocupados en el marco de la operación sin precedentes ‘Verdadera Promesa III’, y un ataque de represalia contra la mayor base estadounidense en la región, lo que logró detener el asalto ilegal e imponer un alto el fuego a los agresores el 24 de junio.
Las Fuerzas Armadas de Irán se encuentran en su máximo nivel de preparación para responder a posibles aventuras militares del enemigo y proteger la soberanía del país.
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