En una llamada telefónica mantenida el miércoles por la noche con el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, el canciller interino de Irán, Ali Baqeri Kani, advirtió contra las consecuencias de las continuas atrocidades del régimen de Israel en Gaza y la ciudad sureña de Rafah.
Baqeri Kani pidió una acción colectiva por parte de los países islámicos utilizando todas las capacidades disponibles para detener el genocidio de los palestinos y acelerar el suministro de ayuda humanitaria a Gaza, mientras que Shoukry recordó los esfuerzos del gobierno egipcio en los últimos meses para detener la guerra.
En otra parte de sus declaraciones, el canciller en funciones persa también subrayó las relaciones entre Teherán y El Cairo, y destacó la importancia de mantener más conversaciones entre los dos países destinadas a restablecer relaciones basadas en los principios de respeto mutuo e intereses comunes.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores egipcio confirmó que las autoridades de los dos países han mantenido hasta ahora conversaciones constructivas con el objetivo de restablecer las relaciones.
🇵🇸🇮🇷Irán asegura que la resistente nación palestina pondrá de rodillas al régimen criminal israelí y que la derrota es el destino inevitable de los invasores.
— HispanTV (@Nexo_Latino) June 5, 2024
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Shoukry, cuyo país ha sido mediador de largo tiempo en el conflicto palestino-israelí, añadió que El Cairo había estado trabajando en los últimos meses para detener la guerra de Israel contra Gaza y preparar ayuda para la Franja de Gaza.
Los altos diplomáticos de Irán y Egipto acordaron continuar las consultas sobre formas de fortalecer los lazos y detener los crímenes israelíes contra el pueblo palestino en Gaza.
Israel libró una guerra genocida en la bloqueada Franja de Gaza el 7 de octubre después de que el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) llevara a cabo la operación Tormenta de Al-Aqsa contra la entidad ocupante en represalia por sus atrocidades intensificadas contra el pueblo palestino.
El régimen de Tel Aviv ha impuesto un “asedio completo” al territorio, cortando el combustible, la electricidad, los alimentos y el agua a los más de dos millones de palestinos que viven allí.
Desde el inicio de la agresión, Israel ha estado cometiendo crímenes de guerra en Gaza, matando al menos a 36 654 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, e hiriendo a unos 83 309 más.
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